09 May ¿A QUE HUELES?
Esta mañana, mientras sacaba a mis perros, he vuelto a pasar por el chalet de los jazmines. El olor que emana, se detecta unas cuantas manzanas antes. A medida que te acercas, se vuelve mas y mas intenso. Tengo su floración completamente controlada, todos los años modifico mi ruta, por estas fechas, para regalar a mi pituitaria el placer de embriagarme por unos minutos con ese aroma tan dulce, intenso y afrodisíaco.
Cuando traspasamos el hogar, comercio u oficina de un conocido, la primera sensación que se activa en nuestro cerebro es la del olfato. Cuanto mejor huele su espacio, mas positivas serán nuestras sensaciones con respecto al lugar y la persona. Numerosos son los comercios que utilizan esta técnica de marketing, para mantener a los clientes por mas tiempo en sus negocios,… y la técnica funciona. Un ejemplo de ello, son las tiendas Zara Home. Bien distinta es nuestra reacción ante un espacio mal ventilado o con olor desagradable, la de salir por piernas, raudos y veloces.
Para mí, el olfato, es un sentido imprescindible, es el que mas desarrollado tengo y el que más placer me genera, también es el que más me hace sufrir. Me gusta permanecer cerca de los amigos que emanan perfumes florales y naturales, y suelo mantenerme a distancia de los que utilizan perfumes embriagadores, especiados o almizclados. Sé perfectamente a quién puedo saludar efusivamente, para trasladar a mi cerebro las sensaciones de frescor y de ropa recién lavada, que sensaciones me embargarán en el momento que llame al timbre de una puerta concreta, me abran e inviten a pasar, sé perfectamente que en el momento mañanero en que activo el botón verde de mi Nespresso el olor a café, aromatizará mi despertar dulce e intensamente.
La memoria olfativa, nos traslada a recuerdos intensos y en su mayoría agradables, podemos llegar a reconocer y recordar miles de olores, contra unas centenas de colores. Un olor, nos conduce a un recuerdo de forma inmediata, mas que cualquier otro estímulo, jamás olvidamos el olor de las personas que queremos o hemos querido y rechazamos olores y perfumes concretos de personas que nos han generado dolor o trauma.
Es tan importante encontrar nuestra fragancia personal ideal como la de nuestra casa. Nuestro olor corporal dependerá siempre de nuestra limpieza, del perfume elegido y de la reacción química de nuestras hormonas ante distintos agentes, por el contrario en nuestra casa existen otros factores que modifican y pervierten los olores. Para conseguir ese aroma peculiar único y personal tendremos que seguir unas pautas muy sencillas de limpieza y prevención con algunos materiales, así conseguiremos un aroma natural, fresco y personal. En el mercado existen muchos productos que nos ayudaran a aromatizar nuestra casa, yo he probado infinidad de ellos y me quedo con uno, Lampe Berger, ¿adivináis el aroma que he elegido? Pues si, Jazmín.
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