18 Nov PREDESTINACIÓN
Hace unos meses, alguien muy especial, se fue. Vivía en un pequeño apartamento de Chamberí, oscuro y abarrotado, su hogar durante los últimos treinta años de vida, en régimen de alquiler y sin posibilidades económicas para acometer mejoras grandes. Con el tiempo se lo fui reformando y adaptando; las personas con movilidad reducida, a veces, tienen verdaderos problemas para realizar acciones tan cotidianas como ducharse, cocinar o acostarse. Los que me rodean saben que siempre que entro en una obra y tengo que deshacerme de objetos en perfecto estado, recurro a sus necesidades más inmediatas, repartiendo todo tipo de muebles y electrodomésticos. A ella, le pude hacer algunas de estas mejoras, no todas las que me hubiera gustado, y como tantos otros amigos recurría entre risas al día en que la fortuna, en forma de Primitiva o Lotería de Navidad, le tocase para poder encargarme la reforma perfecta de su pequeño apartamento. Nunca sucedió tal cosa, ella falleció y sus sencillas pertenencias fueron repartidas y donadas, el apartamento se entregó a su propietario y las visitas a la calle Málaga se terminaron.
En Octubre, recibí una llamada muy cordial, de una persona desconocida por mí hasta la fecha, ofreciéndome la posibilidad de visitar un apartamento, un poco destartalado, falto de luz y con una pésima distribución; había estado alquilado muchos años y pensaban reformarlo para incorporarlo al mercado inmobiliario, el apartamento estaba en la calle Málaga. Alguien les había hablado de mí…
Me ha costado mucho aceptar el encargo, después de darle muchas vueltas, he aceptado. A ella no le tocó la lotería, no va a poder disfrutarlo, pero estoy segura que esté donde esté pensará que la reforma de su casa, al final, la hace quién ella hubiera deseado.
¿Predestinación? Estoy segura de ello…
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